Apuntes

PRIMER APUNTE
El titulo de la novela debe ser original y que llame la atención. De ser posible vendedor y cuidar que no exista algo ya publicado con el mismo nombre, para que no suceda lo mismo que con mi libro “Canto a mi mismo”, que Walt Disney o Witman ya tenía publicado con el mismo nombre y hasta traducido al español por León Felipe. Todo el mundo pensó que me lo había fusilado, pero la neta el titulo lo agarré de una rolita chido-proletaria. Bueno... para este proyecto me gustan los siguientes títulos: Señoras Gordas o Pensando como Gorda. Si algún güey ya se me adelantó con el nombre, entonces como segunda opción sería GoGorda o Gorda Gogo.
Sorprender al lector con: La gorda o gordas no son protagonistas de la novela, mejor que ni aparezca ninguna y que lo de señora gorda sea un complejo o una obsesión del protagonista, o de la novia de la novia del protagonista. Ora que si es el fetiche del amante de la novia de la novia del protagonista, pus mucho mejor, pero si la señora gorda es una telenovela venezolana que ve todas las tardes la casera del antagonista de mi novela, se le puede sacar jugo.
Entrarle a la moda retro recordando a la familia Rufino. Unos cubanos que cantaban en programas de TV, de cuando la tele era en blanco y negro en los sesentas. Eran cuatro, el papá, la mamá, el hijo y la hija. Todos eran gordos, pero recuerdo que la mamá era una señora verdaderamente gorda. También en la cosa del retro, tenemos a Joaquín Pardabe, que salía en películas más viejas y en una se disfraza de señora.
En una ocasión vi una señora muy gorda en la estación de Atocha en Madrid. El 23 de febrero de 1981 a las cinco o seis de la tarde, yo compré un boleto en segunda clase en RENFE para viajar a Granada. Ese día me tocó vivir un intento de golpe de estado en España y los españoles lo nombraron 23 F.
La gorda andaba con un abrigo de pieles, seguramente finas, pero su gordura era tal, que con abrigo paresia un oso grisli parado en dos patas. Me dio envidia, no por que me quisiera ver como grisli. Me dio envidia verla subir en un carro de primera clase en un tren TALGO. Un tren plateado muy bonito y de los rápidos.
Bueno... y ¿si la señora gorda resultara la novia secreta del Santo o ya de perdis del Blue Demon?

Otro intento de novela fue “Herencia”. Le dedique un par de semanas de arduo trabajo. La idea era interesante, mi plan era desarrollar la trama en nueve capítulos. Cada capítulo correspondería a cada uno de los nueve rosarios que se rezan en un novenario para un difunto. El primer rosario me quedó genial, la trama era muy divertida y todos los personajes eran carismáticos. Lamentablemente esos textos eran de una época en que yo, el autor andaba completamente anfeto, coco o borracho. Seguramente todo junto y no pasó del tercer misterio. Entre pachanga y pachanga, fui perdiendo el interés por ese proyecto, así que los textos se quedaron en una carpeta de mi computadora.

APUNTE No. DOS
p-e-n-d-i-e-n-t-e